dimecres, d’agost 08, 2007

LUCíA

Creo que LUCíA es posiblemente el nombre que contestaría si me preguntasen cuál es mi nombre femenino preferido. Quizá la única objeción sería que su equivalente catalán me resulta bastante poco agraciado. ¿Ponérselo a mi primera hija? -recordad que según los sueños tendré dos hijas, y la mayor será lesbiana- Si a mi pareja le parece bien. (Siempre puedo buscarla extranjera y convencerla que no es en mi idioma...)

Significa demasiadas cosas para mí; es como una palabra que amalgama todos los posibles recuerdos, desde los más maravillosos hasta los más tristes... e incluso aglutina los que todavía no han sucedido, o los que nadie ni nada sabe ni tan siquiera si están en ciernes.

Tres personas (mi abuela, mi tía, mi prima) han llevado o llevan ese nombre en mi familia, e incluso si hubiese nacido XX ese hubiese sido mi nombre.

En el bucea mi alma cuando naufraga en los recuerdos de antaño o se sumerge en los anhelos de lo que podía haber sido, o trata de imaginar cómo nos gustaría cambiar el Universo.

Si queréis una confesión, junto a la cripta de Santa Eulàlia, la capilla de Santa Lucía en la Caterdral de Barcelona son dos lugares en los que puedo "esconderme" a tratar de hablar conmigo mismo mientras no deseo que nadie me vea.

Porque uno nunca sabe que va a suceder a continuación, complejas aplicaciones de la teoría del caos y del principio de incertidumbre de Heisenberg; más vale que nunca olvidéis de expresar aquello que sentís... no os guardéis un tequiero, no sequéis un beso en vuestros labios si deseáis entregarlo, dad ese abrazo que os pide la piel, regalad esa leve caricia a esa persona a la que estáis mirando... La vida es un camino que no se detiene, así que si somos nosotros los que nos detenemos no podremos seguirla.

Porque Lucía es un nombre que asocio al verano cuando esta palabra significaba la vida más maravillosa que podía soñarse; porque también significa aquello que pudo ser y no nos dejaron, y porque sigue asociado al placer del goce de la vida, y el futuro que queremos construir desde el deseo hoy quiero deciros que si tenéis un nombre que sea para vosotros como para mí LUCÍA; ponedlo siempre en vuestros labios... gozad de la vida.

para leer un texto propio titulado LUCÍA visitad mi otro blog: SEMIREA



Vuela esta canción
para ti, Lucía,
la más bella historia de amor
que tuve y tendré.

Es una carta de amor
que se lleva el viento
pintado en mi voz
a ninguna parte
a ningún buzón.

No hay nada más bello
que lo que nunca he tenido.
Nada más amado
que lo que perdí.
Perdóname si
hoy busco en la arena
una luna llena
que arañaba el mar...

Si alguna vez fui un ave de paso,
lo olvidé pa' anidar en tus brazos.
Si alguna vez fui bello y fui bueno,
fue enredado en tu cuello y tus senos.

Si alguna vez fui sabio en amores,
lo aprendí de tus labios cantores.
Si alguna vez amé,
si algún día
después de amar, amé,
fue por tu amor, Lucía,
Lucía...

Tus recuerdos son
cada día más dulces,
el olvido sólo
se llevó la mitad,
y tu sombra aún
se acuesta en mi cama
con la oscuridad,
entre mi almohada
y mi soledad.
letra y música: Joan Manuel Serrat

2 comentaris:

Anònim ha dit...

Ahora mismo estoy flipando... Desde siempre, el nombre de Lucía ha tenido algo para mí que me cautiva, me encanta. Por otro lado, mira que Barcelona es grande... pero yo también elijo la Catedral para perderme o encontrame.
En fin... bona nit!

Reich

Natxo ha dit...

Casualidades; coincidir en según que lugares puede llegar a ser "lógico", o "normal" (qué es la "normalidad"?); pero con los nombres ya es, a veces, algo más complicado. (Aunque ya se sabe que para gustos: posturas!)

Debo confesar que si hay un lugar "santo", "sagrado" en el que realmente me gusta perderme desde hace muchos, muchos años es Santa Maria de la Mar.

Algún día hablaremos de ella -ahora que, no sé si por suerte o por desgracia, se ha hecho más conocida-.